
Franco Parisi advierte que un triunfo de Kast sería “una mala noticia” y confirma voto nulo en medio de un balotaje polarizado
Franco Parisi, líder del Partido de la Gente (PDG) y una de las figuras más determinantes del actual mapa electoral, volvió a tensionar el debate político al afirmar que un eventual triunfo de José Antonio Kast en la segunda vuelta presidencial sería “una mala noticia para Chile”. El economista, que rozó el 20% de apoyo en la primera vuelta y dejó un amplio caudal de votantes “huérfanos”, aseguró que la candidatura republicana profundizaría la polarización y carece de viabilidad para impulsar políticas de largo plazo.
En una serie de entrevistas, Parisi insistió en que “lo más probable es que Kast gane”, aunque cuestionó la propuesta de “gobierno de emergencia” anunciada por el republicano, a la que calificó como una estructura incompatible con la continuidad programática que requiere un país fracturado. También criticó que la campaña presidencial se esté concentrando en polémicas accesorias —como fotografías virales o disputas personales— en lugar de los problemas estructurales del país.
Las distancias con Kast se hicieron aún más explícitas cuando Parisi planteó dudas sobre la credibilidad del candidato, preguntándose irónicamente si su eventual gobierno incluiría indultos hacia personajes controvertidos como Miguel Krassnoff. Estas declaraciones fueron recogidas por diversos medios y amplificaron la tensión entre el PDG y el bloque de derecha.
A pesar de valorar el desempeño televisivo de Jeannette Jara en debates recientes, Parisi confirmó que votará nulo, descartando alinearse con el oficialismo o con la oposición. La decisión se sustentó en la consulta digital interna del PDG, que no logró generar una inclinación clara hacia ninguna de las dos candidaturas. El partido, nuevamente, optó por dejar en libertad de acción a su electorado.
El peso de Parisi en este balotaje es evidente. Su base electoral —especialmente fuerte en el norte y en sectores desencantados del sistema político— se convirtió en uno de los grupos más disputados por ambos comandos. Diversos análisis subrayan que este electorado muestra un rechazo mayor hacia Jara que hacia Kast, aunque sin identificación partidaria sólida ni lealtades de largo plazo. La expectativa, según encuestas y observadores, es que una parte significativa podría abstenerse o votar nulo, reflejando la persistente erosión del centro político y la fragmentación del panorama electoral chileno.
Las declaraciones del líder del PDG se instalaron en un clima marcado por acusaciones cruzadas, debates sobre seguridad pública y proyecciones estrechas para el balotaje. En ese escenario, Parisi volvió a ocupar un rol decisivo, no como aliado de algún sector, sino como figura que tensiona el mapa y vuelve a exponer las limitaciones de ambas candidaturas para convocar a un electorado cada vez más distante del sistema tradicional.



